Las competencias blandas o soft skills hacen referencia al desarrollo de habilidades y competencias que se van formando, dando y construyendo en el ser y en el compartir de la persona.  Estas competencias blandas definen un estilo y una autonomía de la persona y tienen que ver con la fortaleza de la inteligencia emocional.  Aquí sobresalen actuaciones como trabajo en equipo, capacidad de negociación, trabajo bajo presión, comunicación asertiva y muchas otras que hacen la persona un individuo confiable no solo en el escenario laboral sino en el escenario social y familiar.  Aquí es donde se da la diferencia entre jefe y líder, entre emprendedor y seguidor, entre innovador y copiador, porque la capacidad y habilidad para hacerse entender y direccionar y colaborar en el crecimiento de otros y de una organización, junto con las hard skill, son vitales, he ahí a los líderes mundiales, personas carismáticas y centradas con objetivo claros pero con respecto hacia el semejante y don de apoyo y orientación.